Por: Heriberto Tejada
La esperanza en la democracia resurgió para el pueblo venezolano, que, de acuerdo con las principales encuestadoras, anhela un cambio de gobierno. El pasado domingo 28 de julio, el país celebró una fiesta cívica; los centros de votación fueron abarrotados por ciudadanos deseosos de ejercer su derecho y expresar en las urnas el destino político que aspiran.
Sin embargo, los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral fueron totalmente contrarios al sentir popular expresado por los sondeos, lo que ha provocado protestas a nivel nacional. Dada la situación política venezolana, presentamos tres posibles escenarios.
Primer escenario: protestas masivas
El resultado ha generado un descontento en la población, lo que ha provocado protestas en todo el territorio. Esto podría tener dos resultados:
El primer resultado y menos probable sería que estas protestas debiliten aún más el régimen de Maduro, provocando fracciones internas y el retiro de parte del apoyo militar. Sin embargo, esto no sería rápido ni fácil; requerirá de un periodo prolongado de protestas y de la cohesión de toda la oposición. Recordemos cómo las protestas del 2019 estuvieron caracterizadas por las críticas de la propia María Corina Machado y Antonio Ledezma a las acciones solicitando una intervención armada, que no dependía de Juan Guaidó, debilitando así su posición.
El segundo resultado, ya lo hemos experimentado: la represión por parte de las fuerzas armadas, encarcelamientos y neutralización de la oposición, como ya pasó en 2014, 2017 y 2019, provocando el desgaste y la desmotivación de la población.
Segundo escenario: aislamiento internacional y más sanciones
Luego del resultado, solo cuatro países del continente han reconocido a Maduro: los típicos aliados tradicionales y de línea política afín, como Cuba, Bolivia, Nicaragua y Honduras. Asimismo, China, Rusia, Bielorrusia e Irán, países con sistemas políticos autocráticos o dictatoriales, reconocen su gobierno.
Desde ya, las rupturas y suspensiones de relaciones diplomáticas con Venezuela por parte de algunos de los países que exigen transparencia han iniciado, lo que conlleva menor flujo comercial, cierre de los espacios aéreos y posiblemente el incremento de las sanciones, afectando la economía venezolana, que en los últimos dos años había tenido un respiro. Sin embargo, el escenario geopolítico mundial definirá si EE.UU. recurrirá a estas acciones.
Tercer escenario: incremento del flujo de emigrantes venezolanos
Si el régimen logra mantener el poder, lo cual es una gran posibilidad, y recrudecer las sanciones, lo más probable será una mayor cantidad de venezolanos intentando salir de su país. Motivados por la desesperanza de un cambio de gobierno y la crisis económica que las nuevas y reimpuestas sanciones podrían generar, y con el agravante de un nuevo intento de cambio hacia un nuevo destino político.
Finalmente, cada uno de estos escenarios está en gran medida conectado a las decisiones de la comunidad internacional, al ajedrez geopolítico y a las variantes que pueden generar la necesidad de aislamiento de Venezuela y el éxodo migratorio que esto pueda causar.